Los últimos tres meses del año son un buen período para comprar una vivienda, por un lado porque las entidades bancarias necesitan cumplir con sus objetivos anuales antes de presentarlos y por otro, porque los índices muestran un cierto equilibrio en el mercado inmobiliario. Junto a esto, existen empresas que pueden ayudarnos a conseguir la financiación necesaria para la adquisición del inmueble lo que resulta altamente ventajoso.
Si estamos pensando en adquirir una vivienda, por lo general el último trimestre del año suele ser una buena época. En el caso de 2019, a las ventajas habituales, se le suma que se han firmado menos contratos de compraventa en las notarías según el último estudio presentado por el INE y el Consejo General del Notariado, por lo que esta comparativa puede ser un síntoma de desaceleración favoreciendo a los compradores.
Además de estos dos factores, los objetivos bancarios y la posible desaceleración, encontramos otros aspectos como la nueva Ley de Crédito Inmobiliario, vigente desde junio, que ha causado retrasos a la hora de ofrecer hipotecas porque exige un estudio de solvencia más exhaustivo. Por lo tanto, los bancos no han operado al mismo ritmo que anteriormente haciendo más complicado el cumplimiento de objetivos.
También encontramos otros elementos como que el euríbor se encuentra en negativo, la oferta de viviendas nuevas está creciendo y el interés por adquirirlas aumenta, favoreciendo los precios debido a una mayor oferta y contribuyendo a una considerable normalización de los precios.
Por lo tanto, si estamos analizando adquirir una vivienda ahora es el momento de hacer números. Así como considerar la opción de recurrir a la ayuda de una asesoría especializada que nos oriente tanto de cara a la financiación para pagar el inmueble, como en el trato con la entidad bancaria y la aprobación de la hipoteca.
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